Un día como el de hoy, pero del año 1817, es fusilada la heroína colombiana Policarpa Salvatierra, acusada de conspirar contra el poder colonial español. Al ser perseguida en Guaduas (donde había iniciado sus labores patriotas) se traslada a la Capital para continuarlas. Una de sus tareas era coserle a las señoras de los realistas con el fin de escuchar noticias y averiguar el número, los movimientos, el armamento y las órdenes de las tropas enemigas, para que así los guerrilleros triunfaran en las emboscadas. Otras actividades eran recibir y mandar mensajes de la guerrilla de los Llanos, comprar material de guerra y convencer y ayudar a los jóvenes que querían unirse a la lucha de liberación. Pero los españoles, finalmente, descubrirán sus actividades conspirativas. Luego de ser arrestada y recluida en un calabozo del Colegio Mayor del Rosario, un Consejo de Guerra la condenará a muerte junto con otros compañeros de lucha. La ejecución de la jóven rebelde Policarpa, por razones políticas, movilizó a la población en general y creó una mayor resistencia al régimen represivo impuesto por Juan Sámano. Si bien muchas mujeres fueron igualmente asesinadas durante la ocupación española, el caso de “La Pola”, cautivó la imaginación popular. Su muerte inspiró a poetas, literatos y dramaturgos para inmortalizar su final funesto. Versos y poemas circularon rápidamente después de su ejecución. Y en 1967, por el sesquicentenario de su martirio, se designó el 14 de Noviembre como "Día de la mujer colombiana".