Un día como
el de hoy, pero del año 1920, muere en el Hospital “Doña Estefanía” de Lisboa (Portugal), después de una larga y dolorosa enfermedad, la niña Jacinta Marto. Ella, junto con su hermano Francisco y su prima Lucía, mientras apacentaban el rebaño, había presenciado una singular aparición en la gruta de Iría, el 13 de Mayo de 1917. Sobre lo acontecido, los pequeños relataron haber observado, aquél día, un reflejo de luz que se les aproximaba y a una señora vestida de blanco surgir de una pequeña encina. Los pastorcitos aseguraron que se trataba de la Virgen María, la cual les pidió que regresaran al mismo sitio cada día 13 durante los siguientes 6 meses. En posteriores retornos, los niños fueron seguidos por miles de personas que se concentraban en el lugar para ser testigos de las apariciones. Luego de aquella experiencia, no tuvo más deseos que hacer en todo la voluntad de Dios y contribuir a la salvación de las almas y a la paz del mundo, por medio de la oración y la penitencia. Y en poco tiempo alcanzó una extraordinaria perfección cristiana. Víctima, primero de una neumonía bronquial y un absceso en el pulmón, los médicos le descubrieron una inflamación abierta y ulcerosa en el pecho. Morirá de tuberculosis a la temprana edad de 9 años. El proceso de beatificación de ella y su hermano (fallecido un año antes) , fue iniciado en 1952 y concluido en 1979. El 15 de Febrero de 1988 fue entregada a la Congregación para la causa de los Santos, la documentación final. Durante el Jubileo del año 2.000, la pastorcita portuguesa Jacinta Marto, se convertirá en la Beata más joven de la Iglesia Católica.