Haz que este sea el día de limpieza de tu vida. Junta todas tus preocupaciones, disgustos, celos, resentimientos, desilusiones y arrepentimientos. Échalos en tu cubo de la basura mental, llévalos hasta la calle y dalos por terminado de una vez por todas.
La basura acumulada en tu mente no puede ofrecerte beneficio alguno. Está ocupando espacio y tiempo que de otra manera podrían estar siendo utilizados para propósitos más positivos. Probablemente estés dedicando tu energía a darle vueltas a la basura, y hasta puede que te haga tropezar.
Así sácatela de encima. Tira ese enojo. No lo necesitarás nunca más. Bota esa preocupación. Ya nunca le darás uso. Embolsa el resentimiento. Sólo está enredando las cosas. Deja de lado el cinismo. Está ocupando espacio valioso.
Deshazte de toda esa basura. Ventila tu actitud. Embala la negatividad, que de nada sirve. Sólo te está demorando. Quítala del camino.
Utiliza tu espacio mental, tu tiempo, tu atención y tu energía para ser positivo y productivo.
Siente cuán refrescante puede llegar a ser, y sonríe mientras el Departamento de Higiene ruge procesando toda esa chatarra que ya no necesitas.
a/d
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