EL POETA PREGUNTA
Lirio divino, lirio de las Anunciaciones; lirio, florido príncipe, hermano perfumado de las estrellas castas, joya de los abriles.
A ti las blancas dianas de los parques ducales; los cuellos de los cisnes, las místicas estrofas de cánticos celestes y en el sagrado empíreo la mano de las vírgenes.
Lirio, boca de nieve donde sus dulces labios la primavera imprime: en tus venas no corre la sangre de las
rosas pecadoras, sino el ícor excelso de las flores insegnes.
Lirio real y lírico que naces con la albura de las hostias
sublimes, de las cándidas perlas y del lino sin mácula de las sobrepellices: ¿Has visto acaso el vuelo del alma de mi Stella, la hermana de Ligera, por quien mi canto
a veces es tan triste?
Rubén Darío
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