¡Ay Navidad que vienes y te vas!
¡Ojalá permanecieras siempre,
y llenaras mi corazón de paz!.
Ahora los regalos y la alegría,
las comidas y cenas sin cesar,
mas no pienso yo en ellas,
sino en la fortuna de la tranquilidad.
Ahora las risas y los perdones,
perdones que nunca llegan a alcanzar,
mas no me preocupa a mí la alegría,
sino el puerto al que quiero arribar.
Ahora la unión falsa y desecha,
la alegría que no ha lugar,
ahora todo tiene que ser dicha,
porque un día tiene que llegar.
¡Ay Navidad que vienes y te vas!
¡Ojalá creyera que en verdad vienes,
porque así no existe alegría ni seguridad!.
¡Ojalá creyera que vienes,
para recibirte y no dejarte irte jamás!.
Autora: Rosa Mª