ODA A UNA CACICA
Cuando paso por tu lado Catalina, de reojo miro tu belleza, el ardiente sol que te ilumina, cubre de brillo y luz tu hermosa piel morena.
Quisiera estar contigo y protegerte, del frio que en las noches de invierno te desvelan, arrullarte y en mis brazos sostenerte, para que descanses un poco en mi regazo.
Quien te sometio a ese suplicio de empinada permanente, no sabia el daño que te hacia, tampoco los transeuntes que te admiran, han pensado un instante cuanto sufres.
De turistas siempre eres la escogida, todos quieren a tu lado retratarce, pero ellos son indiferentes a tu pena, que sabes soportar con hidalguia.
Hoy a tus pies hermosa india te suplico, baja de ese pedestal enmohecido y corre, corre a las playas de tu mar y descansa, descansa y duerme para siempre.
(DE LA RED )
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