La fe pensaba yo que volví a tener,
pero al caer la tarde, también pude yo caer.
La fe pensaba que podía yo alcanzar,
pero hay un enorme muro,
que a ella no me permite visualizar.
La fe pensaba yo que volví a tener,
pero qué iluso fue mi sueño,
cuando a ella no sé cómo acceder.
La fe pensaba que podía yo alcanzar,
pero ya no quiero soñar,
pues sé que es un sueño iluso,
que jamás jamás podré alcanzar.
Rosa Mª