Confiada en tí quedé,
y mil llantos han surgido,
porque la duda del querer,
no es sino un gran sacrificio.
Confiada en tí quedé,
y las palabras en tí guardé;
pero con el tiempo aprendí,
que hay que saber el destino.
Confiada en tí quedé,
y mil vueltas han surgido,
y ahora puedo dar fe,
de que no era el único destino.
Confiada en tí quedé,
y me di cuenta de cuánto fallé,
porque no existe peor destino,
que la imprudencia y el desatino.
Confiada en tí quedé,
y aunque dolorosa, lección fue;
porque ya no soy quien era,
y mis palabras guardo bien.
Confiada en tí quedé,
mas tras las huellas de la duda,
y tras el dolor de mucho perder,
tomo el silencio y la lucha,
de nunca más volver a caer.
Autora: Rosa Mª