En la antesala del amor me hallo, a él le suplico su gran regazo; mas deseo dejar el día oscuro, y pisar huellas de profundo surco. En la lejanía de la confianza me sitúo, sin aspirar tan siquiera a un suspiro, pues mejor que una palabra vacía, preciso de un hecho, de un cobijo. En el perdido y profundo cielo miro, sin esperar hallar un rastro o destello, tal vez inmersa en un perdido deseo, en la sensación de vacío y de despego. En la callada e intensa soledad pienso, apartada de cualquier obstáculo, intentando conquistar al viento, que sopla fuertemente en mi silencio. En la inmensidad del mundo existo, enmedio de infinidad de caminos, mas caminando por ellos voy perdida, mas perdida estoy sin rumbo alguno.
Autora: Rosa Mª |