¡Atención, corazón! La tristeza invade tu manto, la ternura está marchita, el cariño, desolado; y tus latidos, enojados. ¡Atención, corazón! La mentira te ha seducido, el amor, ahora callado; la desolación es quien domina, y tu presencia, escondida. ¡Atención, corazón! El dolor profundo es dueño, la desesperanza, una seña; la oscuridad apaga tu senda, y tu puerto, una gran meta. ¡Atención, corazón! A ti acudo, para oir tu voz; a ti recurro, desde mi silencio, para que desde tu fuero interno, pueda sentir tu cariño y tu amor.
Autora: Rosa Mª |