Aire de desesperanza respiro, por sendas oscuras camino, mas sin aliento apenas suspiro, porque el dolor es mi único amigo. Sueño de un instante, pasajero; la realidad es otra, un requiebro; mas ya no son sueños lo que tengo, sino pena tal vez, desasosiego. Son sin armonía, espejo del silencio; marcas las pautas, sin detenimiento; mas la vida es continua y rotunda; aunque no se entienda su surgimiento. Riqueza del alma, de la que carezco; profundo es el océano de tu encuentro; mas no es necesario un gran trayecto, para encontrar la belleza de tu talento. Adiós de un corazón triste y callado, que siente su palpitar pero asustado, que en su interior habitaba el amor, pero que amargamente se ha apagado.
Autora: Rosa Mª |