La campana de receso sonó.
Mientras los niños salieron corriendo al patio, Doris comenzó a llorar.
Un escalofrío comenzó a estremecerla completamente. Tres meses después Jeremías murió.
Todos aquellos que estaban en el funeral estaban sorprendidos de ver 19 huevos arriba de la tumba de Jeremías, todos ellos VACÍOS.
¡Que nuestra vida sea un constante renacer en Jesús!
¡Que nuestra vida sea un constante imitar a Jesús!
¡Que demos frutos y seamos verdaderamente Plantío de Justicia!
¡Ante los Ojos de Nuestro Señor Jesús!
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