Ni tan siquiera sé cuál es mi camino; ni tan siquiera camino con fe. Ni tan siquiera una luz me ilumina, y oscuro está todo mi ser. Ni tan siquiera escucho una palabra, una palabra que alumbre mi entender; ni tan siquiera veo una puerta abierta, que haga de mi vida un poco de valer. Ni tan siquiera tengo un objetivo, para arribar con ánimo a algún sitio; ni tan siquiera sirvo para alzar el vuelo, y dejar libre a quienes están conmigo. Ni tan siquiera estoy conmigo agusto, porque cada día me odio más; ni tan siquiera puedo mirar al frente, sin que el temor me deje de amenazar. Ni tan siquiera soy capaz de caminar, porque simplemente dejo el día pasar; ni tan siquiera veo el tiempo presente, como algo que tenga que aprovechar. Ni tan siquiera el sol me irradia armonía, ni tan siquiera la luz me produce claridad; ni tan siquiera nace de mí la esperanza, que haga de este día un hermoso pasar. Ni tan siquiera yace en mí la confianza, de que hoy vaya hallarme otra realidad.
Autora: Rosa Mª |