TU TRISTEZA Y LA MÍA
Escribo desde un punto de la lejanía, para que disfrutes de esta letanía, sientas, esa cálida, distante sintonía, de amor que musitaba y tu oías.
A cada instante , ansioso repetía, lo que mis sentimientos pretendían, escuchabas algo y te estremecías, emociones eran, falsas y vacías.
No me querías , como siempre arguias, el odio de tus ojos se sentían, era hombre de simple compañía, todo era vacío, desafecto y vesanía.
Así se deslizó el gozo y el placer, disfrutamos nuestro humano complacer, sólo piel y fugaz deleite del ser, ausencia de amor y tristeza del querer.
Luis Edmundo. | |