POEMA PARA UNA MUJER DESCONOCIDA
Isla de villanos con luces que oscurecen. Caminos que conducen al raciocinio claro.
Como siempre, la espera produce la impaciencia. las manos buscan a otras manos amigas que hablen tu misma lengua y se burlen de aquéllos que ya han hincado en tu pecho otra burla más fuerte, por tu desconocimiento del entorno extranjero. Cuando, en realidad, el extranjero eres tú. Solitario en tu isla: ISLA DE VILLANOS.
De repente, y muy cerca de tus ojos, dos faros azulmente intensos te crecieron delante y colocaron, exactamente, dentro de tus pensamientos las figuras de Mariú, de Alex, de Beatrice. O tal vez fue Madeleine la que llegó. O tal vez todas, y al mismo tiempo, cobraron otra vida delante de tus ojos:
CON LUCES QUE OSCURECEN.
Un deiforme a su lado Le entregaba la vida. Y tú pensabas que no podía ser. Con dorados aretes Que culminaban En incorporados crucifijos No debería acariciarse El azulmente intenso de su luz Pero...ello era así:
CAMINOS QUE CONDUCEN.
Luego, Tú miraste y maldijiste las teclas de aquel telefonino que serían acariciadas por sus dedos blandamente sutiles y sutilmente blandos. Y enmudeciste sin querer ver ahora:
AL RACIOCINUIO CLARO.
Luis Álvarez
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