COSAS DE VIEJOS
Cosas del alma - me dijo mi madre -
dolores del alma que sólo entendemos los viejos.
“Quisiera contarte pero no me alcanza el recuerdo”.
Supliqué con los ojos,
y de su mano llegué
al jardín de los muertos.
”Hace ya muchos años
viví la agonía de un amor secreto, de los que siembran cruces
e incienso en la carne.
Tengo las manos cansadas
de acariciarme en su nombre
- me dijo mi madre bajito-
de aquellas caricias
que incendiaron las noches.
Como apagada risa de niño
el dolor de perderlo inmenso fue”.
- Pero no llores- ,
me dijo mi madre;
esas son cosas del alma
qué sólo entendemos los viejos.
Lina Zerón: Del libro: Vino Rojo
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