No alcanzan dos gotas para hacer un mar, pero sí han de evitar mares de lágrimas.
Ver un documental desarrollado en la lejana India en el cual podía observarse la tarea colosal de un grupo de médicos y enfermeros previniendo mediante la vacunación oral masiva de niños una de las enfermedades más terribles que aún no ha sido erradicada - hablo de la temida parálisis infantil denominada poliomielitis - ha sido para mí motivo de una emoción tan intensa que me indujo a escribir al respecto.
Imagino las noches desveladas de investigadores trabajando arduamente en pos del sueño maravilloso. Veo sus anchas sonrisas ante el notable resultado. Y también veo niños en las plazas, parques y jardines; sobre sus bicicletas, jugando con mascotas, saltando a la soga, corriendo una pelota, bailando salsa, rumba, rock, joropo, tango, chamamé, gato, zamba, chacarera u otros mil ritmos en remotos rincones de este planeta. Y veo, además, niños cuyas piernas jamás dieron un paso, ni podrán hacerlo, aunque duela siquiera pensarlo.
Sólo dos gotas evitan la tragedia.
Hablando de gotas, siento que un par de ellas, nacidas en mis ojos, van buscando su+mar.
P/D: Poema escrito por Hugo - Argentina - 18-05-2010 Vaya como homenaje a investigadores científicos, médicos y enfermeros de todos los países que entregan a diario su energía para llevar SALUD y AMOR.