Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

la casa del gnomo madrid
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
  
 General 
 BIENVENIDOS 
 PRESENTATE CON TU FOTO 
 COMUNIDADES AMIGAS 
 POESIA 
 CUENTOS 
 MUSICA 
 REFLEXIONES 
 ENIGMAS 
 COCINA ESPAÑA 
 COCINA MEXICANA 
 POSTRES 
  
 IMAGENES 
 FONDOS 
 GIFS VARIOS 
 DEJA TUS GIFS 
 FIRMAS DE JUANITO 
 FLORES 
 ALFABETOS 
  
 TU CIUDAD 
 FERIA DE SEVILLA 
 PERIODICOS DEL MUNDO 
  
 temperatura 
 cine gratis 
 medicina 
  
 TODO HUMOR 
 PASATIEMPOS 
 TRADUCTOR 
 PORTADAS 
 SANTORALES 
 NAVIDAD crismas 
  
 CUENTOS 
 FLORECITA 
 
 
  Herramientas
 
General: LA SABIA VOZ DEL VACIO.
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: Principe Roger  (Mensaje original) Enviado: 09/06/2010 01:41

 

img222/5241/animation7ww4.gifimg222/5241/animation7ww4.gif

Photo Sharing and Video Hosting at Photobucket

 

 

LA SABIA VOZ DEL VACIO.


El lama impartía enseñanzas a los monjes y novicios del monasterio.

Siguiendo la doctrina del Buda, ponía especial énfasis en captar la transitoriedad de todos los fenómenos, así como de aquietarse, retirarse de los pensamientos y, en meditación profunda, percibir en el glorioso vacío interior la voz de la mente iluminada. Mostraba métodos muy antiguos a sus discípulos para que pudieran apartarse del  pensamiento y vaciar la mente de inútiles contenidos.

-Vaciaos, vaciaos - exhortaba incansablemente a los discípulos. Así un día y otro día, con la misma insistencia que las aguas fluyen en el seno del río o el ocaso sigue al amanecer.

-Vaciaos, vaciaos.

Tanto insistiera en ello, que algunos discípulos acudieron a visitar al maestro y le dijeron respetuosamente: - Venerable maestro, en absoluto ponemos en duda la validez de tus enseñanzas, pero...

- ¿Pero?- preguntó el lama con una sonrisa en los labios.

-¿Por qué pones tanto énfasis en que nos vaciemos? ¿Acaso, respetado maestro, no acentúas demasiado ese aspecto de la enseñanza?

- Me gusta que me cuestionéis - dijo el lama-. No quiero que aceptéis nada que no sea sometido al escrutinio de vuestra inteligencia  primordial.

-Ahora debo llevar a cabo sin demora mi práctica meditacional, pero solicito que todos vosotros os reunáis al anochecer conmigo en el santuario.

-Eso sí, queridos míos, quiero que cada uno de vosotros traiga consigo un vaso lleno de agua.

Los discípulos disimularon como pudieron su asombro e incluso alguno de ellos se vio obligado a sofocar la risa.

¿Será posible? O sea, que su maestro les pedía algo tan ridículo como que todos ellos fueran al santuario portando un vaso lleno de agua. ¿Se trataría de algún rito especial?

¿Sería una ofrenda que iban a hacer a alguna de las deidades? Fue transcurriendo el día con lenta seguridad.

Los discípulos no dejaban de conjeturar sobre la extraña solicitud del maestro.

Unos aventuraban si no se trataría de una ceremonia especial en honor de la misericordiosa Tara; otros pensaban que tal vez era que el lama les iba a hacer leer durante toda la noche las escrituras y que el agua era para evitar la excesiva sequedad de boca; otros confesaban no tener la menor idea del por qué de la insólita petición del lama.

El sol, anaranjado-oro, se comenzaba a ocultar tras los inmensos picos que se divisaban a lo lejos. Los discípulos tomaron cada uno de ellos un vaso y lo llenaron de agua. Luego, ansiosos por desvelar el misterio, fueron hasta el santuario y se presentaron ante el maestro.

-Bueno chicos - dijo el maestro riendo con su excelente humor-. Ahora vais a hacer algo muy simple. Golpead los vasos con cualquier objeto.

-Quiero escuchar el sonido, la música capaz de brotar de vuestros vasos.

Los discípulos golpearon los vasos. De los mismos no brotó más que un feo sonido sordo, desde luego nada musical.

Entonces el maestro ordenó: - Ahora, queridos míos, vaciad los vasos y repetid la operación.

Así lo hicieron los monjes. Vaciados los vasos, golpearon en ellos y surgió un sonido vivo, intenso, musical.

Los discípulos miraron al lama interrogantes. El lama esbozó una sonrisita amorosamente pícara y se limitó a decir: - Vaso lleno no suena; mente atiborrada no luce. Os deseo felices sueños.

Los discípulos, un poco avergonzados, comprendieron al momento.

Nunca habrían de olvidar aquello de "vaso lleno no suena".


"Cuando eliminamos los densos nubarrones de ignorancia de la mente, en el vacío original de la misma surge el revelador sonido de la iluminación."

 

Leyenda Hindú

 

 

img222/5241/animation7ww4.gifimg222/5241/animation7ww4.gif



Primer  Anterior  Sin respuesta  Siguiente   Último  

 
©2025 - Gabitos - Todos los derechos reservados