recién inaugurado y,
para su sorpresa,
descubrió que un ángel se encontraba atrás del mostrador.
- Qué vendes aquí ? - le preguntó -
Todo lo que tu corazón desee
-respondió el ángel- .
Sin atreverse a creer lo que estaba oyendo,
el joven emocionado se decidió a pedir lo mejor
que un humano podría desear:
- Quiero tener amor, felicidad, sabiduría,
paz de espíritu y ausencia de todo temor -
dijo el joven -.
Deseo que en el mundo se acaben las guerras,
el terrorismo.
El narcotráfico, las injusticias sociales,
la corrupción y las violaciones a los derechos humanos.
Cuando el joven terminó de hablar, el ángel le dijo:
- Amigo, creo que no me has entendido.
Aquí no vendemos frutos;
solamente vendemos semillas.
"CONVIERTE EN FRUTOS LAS SEMILLAS QUE HAY EN TI