y saber que nunca lo podrás tener.
La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y
magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos
sobrellevar el pasado.
El secreto de una buena vejez no es otra cosa que un
pacto honrado con la soledad.
La vida no es sino una continua sucesión de oportunidades
para sobrevivir.
Los seres humanos no nacen para siempre el día en que sus
madres los alumbran, sino que la vida los obliga a parirse
a sí mismos una y otra vez.
Lo más importante que aprendí a hacer después de los
cuarenta años fue a decir no cuando es no.
La sabiduría nos llega cuando ya no nos sirve de nada.
La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda,
y cómo la recuerda para contarla.
El amor se hace más grande y noble en la calamidad.