Angeles del alma, acudid hacia mí, asustada en mi cobijo, no sé cómo salir. Estrellas del cielo, iluminad mi vacío, un vacío hueco y hondo, que no sé cómo verlo. Fantasías pasajeras, salid a mi encuentro, vosotras tan calladas, hacia mí podéis acudir. Y vosotros, los deseos, no comencéis a dormir, que los días deprisa pasan, y yo los preciso hallar en mí. Y tú, vida, sí vida, si a mí has de acudir, preséntate dándome fuerza, o si no... por favor... si no... déjame ir.
Autora: Rosa Mª |