Una rosa en el cielo
Entre los ocres de este otoño fueron las hojas caídas las lágrimas de nuestro adiós. Adiós al llorar a esa amiga ahora ausente al atardecer.
Lloró el cielo tu agonía, y la tarde iluminó tu despedida.
Ahora cuando mire al cielo sabré que viajas en una nube, sabré que una estrella es el brillo de tu mirada.
Un pañuelo al aire, que no es un adiós, es un Hasta Siempre, en mi corazón.
Y en nuestro recuerdo permanecerá la vida de aquellos que amamos, que por no tenerlos a nuestro lado, más los amamos. Y en su recuerdo encontraremos como llenar el vacío que en nuestra vida dejaron.
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