Mi querido Juanito y querido grupo. Durante un tiempo he intentado reponerme pero, lejos de ello, he empeorado muchíisimo. Ya no confío ni en médicos ni en terapeutas y abandono todo tipo de terapia.
Ya no confío en nada ni en nadie y como, lejos de poneros cosas tristes, espero que vosotros tengáis una vida más saludable, me retiro con lágrimas en los ojos, pues vuestros mensajes son un regalo del cielo, pero os puedo asegurar que ya no me importa nada.
A tí, Juanito, ¿qué voy a decirte?. Que eres un tesoro de persona, que admiro la capacidad que tienes de ofrecernos tan bellos santorales y que no te preocupes de una persona como yo que no tiene valor alguno.
Cuídate muchíisiimo Juanito, porque aunque no escriba, aunque no responda, yo te llevo conmigo en mi corazón.
Y ahora, ya nada tengo que decir, excepto que os deseo lo mejor para esta casita y para vuestra vida.
Muchos besos. Rosa.