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General: LOS HIJOS.....
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: cascarita denaranja  (Mensaje original) Enviado: 10/08/2010 04:05

 

 

 

Te di la vida, pero no puedo vivirla por ti. Puedo enseñarte

muchas cosas, pero no puedo obligarte a aprender. Puedo

dirigirte, pero no puedo responsabilizarme por lo que haces.

Puedo llevarte a la Iglesia, pero no puedo obligarte a creer.

Puedo instruirte en lo malo y lo bueno, pero no puedo decidir por ti.

Puedo darte amor, pero no puedo obligarte a aceptarlo.

Puedo enseñarte a compartir, pero no puedo forzarte a hacerlo.

Puedo hablarte del respeto, pero no puedo evitar que seas irrespetuoso.

Puedo aconsejarte sobre las buenas amistades, pero no puedo escogértelas.

Puedo decirte que el licor es peligroso, pero no puedo decir No por ti.

Puedo advertirte acerca de las drogas, pero no puedo evitar que las uses.

Puedo exhortarte a la necesidad de tener metas altas

pero no puedo alcanzarlas por ti.

Puedo enseñarte acerca de la bondad, pero

no puedo obligarte a ser bondadoso.

Puedo explicarte cómo vivir, pero no puedo vivir por tí.

"Hay un período cuando los padres quedamos huérfanos de nuestros hijos."

Es que los niños crecen independientemente de nosotros

como árboles murmurantes y pájaros imprudentes.

Crecen sin pedir permiso a la vida.

Crecen con una estridencia alegre y, a veces, con alardeada arrogancia.

Pero no crecen todos los días, crecen de repente.

Un día se sientan cerca de ti y con una naturalidad

increíble te dicen cualquier cosa que te indica

que esa criatura de pañales, ya creció!

¿Cuándo creció que no lo percibiste?

¿Dónde quedaron las fiestas infantiles

el juego en la arena, los cumpleaños con payasos?

El niño crece en un ritual de obediencia orgánica y desobediencia civil.

Ahora estás allí, en la puerta de la discoteca esperando

no sólo que no crezcan sino que aparezcan...

Allí están muchos padres al volante esperando que

salgan zumbando sobre patines con sus cabellos largos y sueltos.

Y allí están nuestros hijos, entre hamburguesas y gaseosas en las esquinas.

Con el uniforme de su generación y sus incomodas

y pesadas mochilas en los hombros.

Acá estamos nosotros, con los cabellos canos.

Y esos son nuestros hijos, los que amamos a pesar

de los golpes de los vientos de las escasas cosechas

de paz, de las malas noticias y la dictadura de las horas.

Ellos crecieron amaestrados, observando y aprendiendo...

 con nuestros errores y nuestros aciertos.

Principalmente con los errores que esperamos no se repitan.

Hay un período en que los padres vamos quedando

huérfanos de los hijos... ya no los buscaremos

 más en las puertas de las discotecas y del cine.

Pasó el tiempo del piano, el fútbol, el ballet, la natación...

Salieron del asiento de atrás y pasaron al volante de sus propias vidas.

Deberíamos haber ido más junto a su cama al anochecer

 para oír su alma, respirando conversaciones y

confidencias entre las sábanas de la infancia,

y a los adolescentes cubrecamas de aquellas

piezas con calcomanías, afiches, agendas coloridas y discos ensordecedores.

Pero crecieron sin que agotáramos con ellos todo nuestro afecto.

Al principio fueron al campo, la playa, navidades, pascuas, piscinas y amigos.

Sí, había peleas en el auto por la ventana,

 los pedidos de chicles, la música de moda.

Después llegó el tiempo en que viajar con los

padres comenzó a ser un esfuerzo, un

sufrimiento, no podían dejar a sus amigos y primeros enamorados.

Quedamos los padres exiliados de los hijos.

"Teníamos la soledad que siempre deseamos..."

Y nos llegó el momento en que solo miramos de

 lejos, deseando que escojan bien en la búsqueda

de la felicidad y conquisten el mundo del modo menos complejo posible.

El secreto es esperar...

En cualquier momento nos darán nietos.

El nieto es la hora del cariño ocioso y la picardía

 no ejercida en los propios hijos.

Por eso los abuelos son tan desmesurados

y distribuyen tan incontrolable cariño.

Los nietos son la última oportunidad de reeditar nuestro afecto.

Por eso, es necesario hacer algunas cosas adicionales,

ANTES DE QUE NUESTROS HIJOS CREZCAN!!!!

Así es.

Los seres humanos sólo aprendemos a ser hijos después

 de ser padres, solo aprendemos a

 ser padres después de ser abuelos...

En fin, pareciera que sólo aprendemos a vivir

después de que la vida se nos va pasando...






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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: rosa 2327 Enviado: 10/08/2010 04:43
Muchas gracias Cascarita por tu compañía y por tan estupenda aportación.
Con todo cariño, Rosa.


 
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