La victoria no se consigue en ganar al contrario, sino en vencer al propio corazón de la ira y del odio. La derrota no consiste en sentirse perdido , sino en sacar fuerzas y aprender del nuevo fallo. La debilidad sólo es símbolo de inseguridad, y la seguridad se adquiere con la cabeza en alto. El temor no deja paso a apreciar el día a día, porque cada cosa de ella es diga de gran valor. El valor, ¿cómo se adquiere si existe vacío?, ¿si en el caminar la luz no enciende el color?, ¿si en lugar de esperanza sólo hay dolor?. La confianza es el motor de la buena amistad, mas con ella se dan verdaderos pasos, que permitan huellas hondas poder dejar. El amor no sólo es un te quiero y un beso, no sólo son palabras vacías y sin peso ni calor, el amor es algo que día a día se cuece, y que se hace sabroso con el paso del tiempo. El corazón no sólo es un órgano que late, es el motor de la ilusión y de la esperanza, es quien se tiene de verdad y no falla, para hablar con él con toda confianza. La amistad es una raíz que se planta, que hay que cuidar y mimar por su valor, mas si ésta no existe en el día a día, la soledad pesa un gran montón. La voluntad forma parte del amor, sin ella no existe el perdón sino el rencor, mas se requiere mucha fuerza interna, para adquirir el querer y no el rencor. El entusiasmo forma parte de la vida, dichosos los que en ella forman su pasar, porque el peor regalo de este mundo, es no tener anhelos y mucha ilusión. El adiós es doloroso y muy amargo, tanto más si el la muerte quien llegó, pero el adiós que yo digo ahora, es un hasta luego y un precioso deseo, de que en este día que hoy comienza, no haya adiós sino un hola y un te quiero.
Autora: Rosa Mª |