Buenos días mi querido Juanito.
Muchísimas gracias por tu compañía,
por tu precioso santoral que es delicia,
y por tan buenas palabras que enseñan.
Espero que este día te sea agradable,
que tu corazón no este triste sino alegre,
y que sólo haya dicha y alegría en tu mente.
Deseo que en tí salga una enorme sonrisa,
aunque yo no sea la mejor compañía,
pero seguro estoy que de personas tendrás,
que harán que de tí haya mucha dicha y paz.
Y ahora, en este momento, yo te expreso,
mi alegría por haberte visto entrar;
ahora, en este momento, y para todo el día,
te deseo un hermoso y dichoso bienestar.
¡Disfruta cada instante de este lunes!
Con cariño, Rosa.