En el ecuador de los cincuenta me hallo,
sin una sonrisa que poder ofrecer,
mas ahora en la madrugada de este día,
te felicito por conmigo enseñarme a crecer.
En el ecuador de los cincuenta me hallo,
con meta a alcanzar pero no alcanzo,
mas no importa el tiempo que cueste,
porque de ser mejor persona se trata.
En el ecuador de los cincuenta me hallo,
hoy los comienzo, sin ninguna gana.
Mas me esforzaré cada nuevo amanecer,
como hoy, como otras tantas veces,
en ver la vida de un forma diferente.
En el ecuador de los cincuenta me hallo,
habiendo perdido gran parte de los años,
habiendo despreciado cada uno de mis días,
y mirando siempre futúro y el pasado,
no mi presente en el que me cuesta ver.
Hoy cumplo un año más, sí, como tantos,
pues mi vida en sí no ha cambiado.
Y está en mí el darle un toque a esa vida,
y está en mí, aunque no pueda, dar un paso.
Hoy cumplo un año más, sí, sin quererlo,
y agradezco junto a los que junto a mí estáis,
por vuestra paciencia, por vuestro entendimiento,
porque nada merezco yo en esta vida,
en que los años me pasaron sin más.
Hoy cumplo un años más sí, los dejé pasar,
y ahora, en el ecuador de los cincuenta,
veo imposible comenzar a caminar.
Ahora en el ecuador de los cincuenta,
todo está perdido y sin sentido ya.
Hoy cumplo un año más, sí, ¿y qué?,
¿para qué quiero cumplirlos sino para llorar,
porque alegría no tengo, ni la tendré jamás?.
Hoy cumplo un años más, sí, ¿para qué?;
sin valor ni confianza conmigo misma,
¿adónde voy a ir, sino a la derrota final?
Felicito a los que cerca lo lejos de mí se hallan,
y agradezco su interés y su confianza en mí,
pero tan sólo soy un ser vivo sin valía,
que otro nuevo año ha de resistir.
Felicito junto a los que a mí se hallan,
ya sea en la cercanía o en la lejanía,
porque de nada vale mi compañía,
porque nada soy en esta larga vida.
Autora: Rosa Mª