Muchísimas gracias Alicia por tu compañía y por tan hermosa aportación.
Mi querida Alicia, no estoy muerta,
estoy junto a ti, agradecida de verte,
de tenerte y leer tan precioso aporte.
Estaba muerta, sí, no lo niego;
me negué a la vida, pero vuelvo a renacer.
Vale la pena estar con gente como tú,
que tienes un corazón tras ese nick,
que aprecias el valor de la amistad,
y que, en definitiva, goza tu estar.
Ahora, querida Alicia, estoy junto a tí,
no importancia la distancia ni el nombre,
no importa la edad ni la religión,
importa que nos une esta casita,
en la que existe la paz y el amor.
Con mucho cariño, Rosa.