Ya sé que nada puedo hacer,
por aquello que el mundo golpea,
por los asesinatos, por las guerras.
Ya sé que nada puedo hacer,
por la pérdida de un ser querido,
por los límites y las fronteras.
Ya sé que nada puedo hacer,
por el odio y la indiferencia,
por los gritos de la pobreza,
por el terror y la mala hierba.
Sin embargo, ... puedo creer,
puedo expresar emociones tiernas,
puedo cambiar el dolor por el alivio,
y sentir que mi corazón no va a ciegas.
Sin embargo... puedo pensar,
puedo cambiar mi forma de razonar,
puedo ver luz donde oscuridad hay.
Sin embargo... puedo querer,
porque querer no cuesta nada,
porque querer me produce alivio,
y me da gusto de buena manañana.
Sin embargo ... el mundo continúa,
y yo... desde aquí, me veo impotente,
para que paren la guerra, la violencia,
y despertar con el son de un día de paz.
Mientras tanto... soñaré despierta,
de que algún día, dará lugar ese sueño;
mientras tanto... escucharé a quien a mi lado tengo;
mientras tanto... sentiré la caricia de un nuevo anhelo.
Mientras tanto... daré calor al que frío tenga,
y cobijaré en mi corazón a quien ternura tenga.
Mientras tanto... sentiré la calma de la dicha,
que produce el querer, el cariño, la sinceridad y la alegría.
19-11
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