Entre la brisa y mi anhelo
Me preguntaba hasta ayer, por qué no siento tu alma abrazada con la mía,... y como si fuera el eco de mi propio corazón que escuchaba en lo secreto, un latido se escuchó entre la brisa y mi anhelo.
Yo sentí mil mariposas revoloteando en mi huerto, y danzaban de alegría miles de capullos nuevos que perfumaron mi alma y acallaron mis desvelos.
Hoy te sentí junto a mí y se abrieron las compuertas de mis sueños, mis anhelos, y el cielo volvió a brillar con sus colores de ensueño.
Y comprendí, vida mía, que dejarte en el recuerdo es tan sólo una quimera, porque tú vives muy dentro aprisionado en mi pecho,… ¡Amor de sueños eternos!
ALONDRA
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