Estaba segura de conseguir una pequeña meta,
la de dejar las pastillas y caminar con mi corazón.
Estaba segura de comenzar un nuevo día distinto,
con la capacidad de lucha y por medio de la acción.
Estaba segura de hallar una luz en mi camino,
mas caminando, me hallo muchos obstáculos.
Estaba segura de que soy dueña de mi vida,
mas en mi vida, no soy mas que una mujer desnuda.
Estaba segura de elegir un camino donde hallar la paz,
poniendo todos mis esfuerzos en conseguir olvidar,
mas hay alguien que meta no desea que consiga,
y difícil con ella se me hace poder caminar.
Estaba segura de que la vida puede tener sentido,
mas aun con miedo y sin fuerzas, luchaba por la paz,
mas ahora sólo hay una gran tormenta en mi interior,
que hace de este día un aspecto de rebeldía y desunión.
Estaba segura de que soy yo quien tiene el timón de mi vida,
de que puedo vencer la muralla tan grande que ante mí existe,
que es mi voluntad quien ha de doblegar al miedo y al silencio,
llegando a estar segura de que en mi corazón amor existía.
Estaba segura, sí, pero ya nada existe de esa seguridad,
mas hay un gran choque con alguien que nada quiere que consiga,
y vence ella y no mi propia voluntad y mis fuerzas se debilitan,
porque de nada soy dueña, y no sé si en mi corazón algo hay.
Estoy segura, sí, de que el amor existe en esta vida,
pues todo no es lo que a mi alrededor me oprime y me desluce,
mas en este día duro porque la tormenta es muy grande y dura,
estoy con vida sí, y hoy he hecho algo, agradecer sin desmerecer,
que existe la amistad, el cariño, la dulzura y la hermosura.
Autora: Rosa Mª