De nosotros depende, la balanza entre el bien y el mal, pues el bien no está siempre presente, y el mal nos hace sufrir y demorar.
De nosotros depende, la balanza entre el odio y el amor, pues el odio no enriquece el corazón, mientras el amor hace crecer con ilusión.
De nosotros depende, la balanza entre la ansiedad y la serenidad, pues mientras la ansiedad hace mella, la serenidad responde a un crecimiento de paz.
De nosotros depende, la balanza entre el sufrimiento y la decisión, pues mientras se piensa mucho se sufre, y mientras se decide, se hace algo a favor.
De nosotros depende, la balanza entre el error y la certeza, pues mientras del error se puede aprender, la certeza nos da seguridad en el hacer.
De nosotros depende, la balanza entre el entendimiento y la frialdad, pues mientras el entendimiento sabe del perdón, la frialdad se queda muy lejana al amor.
De nosotros depende, la balanza entre desear vivir y desear morir, pues mientras se desea vivir se siente y se piensa, y se desea morir se queda uno anclado en el error.
De nosotros depende, la balanza entre el avance y el retroceso, pues mientras el avance nos permite aprender, el retroceso es una agonía que no necesita querer.
De nosotros depende, sí, la balanza entre la alegría y la tristeza, pues mientras la alegría permite nuevos pasos, la tristeza derrocha energía para dejarnos escasos.
De nosotros depende, sí, la balanza entre el saber y la ignorancia, pues mientras el saber permite volver a nacer, la ignorancia se mantiene sin saber qué hacer.
De nosotros depende, también, la balanza entre la creencia y la no fe, pues mientras la creencia permanece viva, la no fe hace hace de nuestra vida un sinquerer.
De nosotros depende, por último, la balanza entre la verdad y la falsedad, pues mientras en la verdad radica el amor y la amistad, en la falsedad reina el desafío y la infidelidad.
Y de nosotros depende, sí, la balanza entre la voluntad y la incredulidad, pues mientras la voluntad engrandece las fuerzas, la incredulidad empequeñece la valentía y la bondad.
Autora: Rosa Mª |