Días de tomenta, días de desilusión;
días de primavera, días de mucho color;
días que se van y no vuelven,..., historia;
días que ha de llegar, ..., ¿llegarán?.
Días que invaden nuestros sentidos,
días que quedan en nuestro caminar,
días que desaparecen como la luna y el sol,
días que hay siempre siempre que aprovechar.
Días que no todo son sonrisas ni penas,
días en los que el sol da verdadero calor,
días fríos por ni siquiera cruzar una mirada,
días de tensión, por el trabajo, la desilusión.
Días que aumentan nuesto estar en este mundo,
días que detienen nuestra mirada en un segundo,
días de amor, de pasión de ternura, de silencio;
días que quizás se guarden en el recuerdo.
Días repletos de pensamientos, de nostalgia;
días en que el día es luna y la noche sol;
días en que se refleja una bella mirada;
días que en cercanos estamos en la distancia.
Días en que el corazón palpita sin mesura;
días en que va aprisa sin mesura, quizás por amor;
días en que la amistad y el cariño perduran;
días en que la soledad y la muerte ciega son un son.
Días que hay que vivir con intensidad plena,
porque la vida son pocos días y hay que vivirla;
días en que cuesta levantarse o nada cuesta,
días, en definitiva, en que el corazón es amor.
Autora: Rosa Mª