Deseos, fantasías, ilusiones,
quizás no sean mas que eso,
pero están ahí rozando sensaciones,
sin pensar en nada, con recelo.
Nada más empezar la mañana,
cuando el sol todavía sin su curso,
el día completo se abre cual paraíso,
para no dejar el ritmo de la madrugada.
Lejos de perder cada instante,
cerca de paliar las necesidades que surgen,
vibra el cuerpo, el corazón late,
pues manda el presente que transcurso hace.
Amor, que dejas mella en el enlace,
que juntas caminos que nada saben,
que unes cuerpos con todo su coraje,
que sabes de confianza como nadie,
invade con tu presencia este día,
para acariciar con suavidad tu brisa.
Rosa Mª Villalta.