Tus
pensamientos son las causas primarias de las condiciones de tu vida. Todo lo
que forma parte de tu experiencia ha comenzado con alguna forma de pensamiento,
ya sea tuyo o de alguien más.
Todo lo
que eres o llegues a ser, será el resultado de tu modo de pensar. Si cambias
la calidad de tu pensamiento, cambiarás la calidad de tu vida. El cambio de
tu experiencia exterior traerá consigo el cambio de tu experiencia
interior.
Recogerás lo que has sembrado. Ahora mismo lo
estás haciendo.
Lo
hermoso de esta ley inmutable es que incorporándola a tus esquemas mentales
podrás tener un control completo de tu pensamiento, de tus sentimientos y de
tus resultados.
Mediante
la aplicación de la ley de causa y efecto, te pondrás tú mismo en armonía con la
ley de control. Inmediatamente te sentirás mejor y más satisfecho contigo
mismo.
Cualquier aspecto relativo al éxito o fracaso en tu
vida puede ser interpretado con arreglo a esta ley básica. Si siembras las
causas adecuadas, cosecharás los efectos deseados.
Si
tratas bien a los demás,ellos te tratarán bien a ti.
Siempre
sacarás de la vida lo que inviertas en ella y, da la casualidad, que eres
precisamente tú quien lleva el control de las inversion.
D/A
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