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LA TORTUGA PARLANCHINA
El futuro Buda nació una vez en una familia
del ministerio, cuando Brahmadatta reinaba en Benares;
y cuando él rey creció,el futuro Buda llegó a convertirse en
el consejero del rey en temas espirituales.
Este rey llegó a ser muy hablador; y mientras hablaba no
permitía a nadie decir una sola palabra.
El futuro Buda quería curar esta locuacidad, y estaba
constantemente buscando la manera y el significado de este hecho.
Los habitantes de la zona, al verles volar gritaron,
"¡Dos patos salvajes están llevando una tortuga
agarrada a un palo!",
con lo cual al tortuga dijo,
"si mis amigos quieren llevarme, que os importa,
desdichados esclavos!
En ese mismo instante, cuando
su veloz vuelo pasaba por encima del palacio del rey
en la ciudad de Benares, la tortuga dejó de
morder el palo, y cayóen el patio, ¡partiéndose en dos!
Ella no paraba de llorar, y los lugareños no paraban de decir,
"Una tortuga ha caído
del cielo en el patio, y se ha partido en dos"
El rey, acompañado del futuro Buda, se acercó al lugar
rodeado de todos sus súbditos; y mirando a la tortuga,
le preguntó al Bodhisatta,
"¡Profesor! ¿Cómo ha podido llegar hasta aquí la tortuga?"
El futuro Buda pensó, "debo utilizar esto para darle
una lección al rey. Seguramente esta tortuga se ha hecho
amiga de los patos salvajes; y ellos le han debido traer hasta
aquí con un palo.
Pero seguro que la tortuga no pudo sujetarse bien porque
habló algo, y es por eso que se cayó y se mató".
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Entonces dijo,
"Verdaderamente, ¡Oh Rey! Aquellos que son llamados
parlanchines que hablan interminablemente alcanzan
pena y dolor como esta", y pronunció los siguientes versos:
"Verdaderamente la tortuga se mató mientras utilizaba su voz; si bien agarraba fuerte el palo, fue su voz quien le perdió.
Contemplarle, ¡Oh excelente fuerza! el decir palabras sabias, a su tiempo. Tu ves como, por hablar en demasía, La tortuga cayó en su desdichada situación!"
El rey se dio cuenta que se estaba refiriendo a él, y dijo,
"¡Oh profesor, ¿estás hablando de nosotros?"
Y el bodhisatta le habló abiertamente, y le dijo,
"¡Oh gran rey! Seas tu, o sea otro cualquiera, aquel que
habla sin medida se topa en algún momento con un
contratiempo como este."
Y el rey de ahora en adelante se abstuvo de hablar demasiado,
y se convirtió en un hombre de pocas palabras.
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