EL OTOÑO DE LA VIDA
En el otoño hay armonía y un brillo especial en su cielo, un
dorado resplandor. La Tierra parece una hoguera que se apaga.
El cielo se ennegrece y en todo lo que vemos está la Eternidad.
Miramos al pasado y ansiamos lo ya ido. Notamos que la vida
es pasajera, un paso, un soplo. La juventud ha seguido su
camino y al final se ha desvanecido, casi sin darnos cuenta.
Los recuerdos iluminan nuestros días, nos abrigan y hacen
que nuestros años parezcan momentos para no morir nunca.
Nuestra risa se contagia de pena y tristes pensamientos
empañan nuestra vida.
Nos envuelve la bruma dorada de la tarde..
Pero ¡NO! ¡NO nos dejemos apesadumbrar!
¡NO dejemos que envejezca el corazón!
Hagamos lo que el árbol antes de perder sus hojas.
Las embellece y presenta con unas maravillosas e
inigualables tonalidades doradas y rojizas que alegran
nuestra vista.
El aliento de sus hojas secas nos embarga
Es como un resurgir antes de morir Un intenso revivir del
último aliento.
El Otoño de la vida es culminación de la existencia,
sedimento trascendente, reserva de recuerdos, esperanza
en el futuro, meditación del pasado, libertad de elección,
ejercicio de serenidad, disfrute del silencio, goce de la
poesía, transmisión de experiencia y de felicidad.
Presentemos lo bello que nos queda, nuestra magia.
Hagamos que trascienda nuestra paz interior.
Asumamos nuestras realidades, sin malos recuerdos, sin
rencores, sin mala conciencia, reconociendo nuestros
propios errores como humanos.
No dejemos de ser nosotros mismos.
Que se note que hemos vivido. Transmitamos nuestra
experiencia y sabiduría.
Dejemos atrás los dolores personales, las angustias
nocturnas, los innumerables desasosiegos.
Transmitamos alegría. Seamos el amigo ideal,
el compañero perfecto.
Riamos o al menos sonriamos...Una sonrisa puede
ser amable, abierta, inescrutable, enigmática, benévola,
sofisticada, acariciadora, erótica y tantas otras.
Analicemos nuestras vidas y veamos que aún tenemos
muchas razones para sonreír.
Apuremos el dulce Octubre de nuestras vidas.
Escuchemos la música otoñal con su suave tristeza.
Y PRONTO LA PRIMAVERA VOLVERÁ.
Y LLENARÁ EL MUNDO DE AROMAS Y COLORES.
SE REPETIRÁ EL CICLO Y VOLVERÁ LA ALEGRÍA.
CELEBRÉMOSLO.