Sé, por una hora, una mañana, una tarde o mismo un día,
el mejor amigo que alguien pueda tener!
Entrégate a la amistad, a escuchar.
¡Los momentos quedan para siempre!
Hacer a alguien felíz es el mayor presente que podemos ofrecer.
Y eso nosotros no lo compramos, lo producimos,
con el cariño en los ojos y amor en el corazón.
Haz que de aquí hasta en diez años alguien pueda decir:
el mejor presente de Navidad que yo recibí
fueron algunos momentos que me ofreciste en aquel año.
Somos nosotros, personas muy ricas de posibilidades.
Podemos dar a los demás sin tener que adquirir.
Podemos hacer a alguien sonreír.
Dá un ratito de tu tiempo como presente.
Sin grandes sorpresas, pero de todo corazón.
¡Tú eres el mejor presente que existe!
Y que tú Navidad sea bonita,
así como la de todos los que tú corazón elige
para probar de tu cariño y de tu amistad.
Desi