Al saber de un nuevo día,
al caminar de nuevo sin querer,
en el tránsito de este nuevo día,
vuelvo a preguntarme el porqué.
Al experimentar mi cuerpo vibrar,
al sentir ese sol que entra sin cesar,
al no alcanzar el tú y yo del amar,
siento que todo tiene su caminar.
Al necesitar de alguien sin cesar,
al ser yo misma al sentir mi soledad,
al tener deseos que no puedo hallar,
me agobio y no ceso de pensar.
Al no cesar mis pensamientos buenos,
al no dejar mi corazón de cicatrizar,
al ser una flor con fuertes espinas,
me quedo simplemente a solas sin más.
Autora: Rosa Mª Villalta Ballester