¿A dónde va parar el dolor?
¿Dónde se refugian las penas?
¿Dónde se hallan las alegrías,
que de tanto en tanto acechan?
Siento dolor en mi alma,
por carecer de valor y de fuego,
por no aprovechar cada día,
por estar vacía y marchita.
Tengo la inmensa sensación,
de estar sobrando en este momento,
de tener un abismo de vida,
de nunca alcanzar la llama y el fuego.
Y ahora, en el ecuador de mi vida,
cuando ya nada tengo en deseo,
cuando ni siquiera he sentido anhelo,
ni tan siquiera el placer ni el desvelo,
respiro, existo, pienso, regreso,
y una vez más, vuelve a ser sólo intento.
Y en este instante, cuando nada espero,
en este instante en que en letras me sumerjo,
no dejo de pensar en la vida, en su sustento,
pero ninguna pieza encaja en su manejo.
Autora: Rosa Mª Villalta Ballester