El día está gris y delicado,
las estrellas no brillan,
y mi corazón, vacío y vago.
El silencio envuelve mis días,
un silencio molesto, eterno,
día a día roe mi corazón cerrado.
La esperanza, lejana, escondida,
mis pensamientos confusos, helados,
no dejan que camine con firme paso.
La sinceridad, tan inmersa en mí,
tan lograda, pero tan poco hallada,
el caos que inhibe dar el siguiente paso.
Las heridas, que no pueden cicatrizar,
el corazón y el alma que desean un paso dar,
y yo, insegura, vuelvo a querer marchar.
Autora: Rosa Mª Villalta Ballester