No es ternura
el fuego de una pasión... sino la suavidad de una caricia. No es ternura el
oleaje que se desborda... sino el beso del cielo con el mar.
No es ternura
la montaña que nos sobrecoge... sino la macetica de violeta perfumando en la
ventana. No es ternura lo grandioso... sino la delicadeza, la
insignificancia, el detalle.
No es ternura
lo que se da... sino lo que se refleja y se deja traslucir. No es ternura el
sol que calcina... sino la luna que embruja... No es ternura el fuego que
abraza... sino el leño que se consume.
No es ternura
lo que sobresale y resalta... sino el escondite...el beso... la insinuación...
la luz y la rosa. La ternura es eso que... vitaliza al viejo... duerme al
niño... ¡y desarma al hombre!!!