Si tú pudieras comprender,
el bien de tu compañía,
y lo mucho que puede hacer.
Si tú pidieras emprender,
el camino de la vida,
en el ahora y no en el ayer.
Si tú pudieras saber,
lo mucho de tu amistad,
y el tesoro de tu buen querer.
Si tú pudieras permanecer,
todos los días en mi vida,
y no dejar de ella crecer...
Entonces, sólo entonces,
vivirás este nuevo día,
repleto de sueños y alegría.
Entonces, sólo entonces,
el día será un gran regalo,
que guardarás con agrado.
Con cariño, Rosa.