Asumir y aceptar que el tiempo pasa,
que los instantes hay que vivirlos ya,
que no hay que mirar a ningún pasado,
y que el futuro puede o no acudirá.
Revelarse con el tiempo es inutilidad,
pues él manda, no para, sino marchar,
mas la acción es lo que cada día cuenta,
y no palabras que a nada dan lugar.
El temor hay que desecharlo, sin más,
a nada conduce sino a no poder actuar,
mas el hoy es nuestro mejor momento,
para decidir, luchar, mejorar y cambiar.
La valentía se adquiere con experiencia,
los errores son la lección para luchar,
mas nuestros actos fueran perfectos,
no tendría la vida sentido ni lugar.
Querer, se quiere o no se quiere,
en él nadie puede mandar ni obrar,
mas no se puede forzar un amor,
que lejos está a nuestro yo tocar.
Sentido tienen las palabras expresadas,
cuando a su lado la acción ha lugar,
mas no valen los ejemplos sin obras,
mas no sirven de nada a cambio esperar.
Y ... cuando se quiere de verdad,
cuando el corazón se abre para dar,
cuando la sinceridad es quien manda,
el amor.... nada a cambio quiere en su lugar.
Y ... cuando la sonrisa sale del alma,
cuando la falsedad se halla lejana al regalar,
cuando la ternura y el cariño, son quien obran,
entonces... no hay mejor día que celebrar.
Autora: Rosa Mª Villalta Ballester