Algunos días la vida parece acabarse,
como si faltara hasta el aire,
pero respiramos, sentimos, seguimos,
aunque no aparezca el sol,
aunque la esperanza acabe terminándose.
Algunos días los sueños son absurdos,
como si nunca fueran a realizarse,
como un pasar nada rotundo,
como las olas del mar al romperse,
aunque la realidad sea irreemplazable.
Algunos días las fuerzas flaquean,
nuestro humor parece resquebrajarse,
nuestro pasar como si nada ocurriese,
pero esperamos, vivimos, existimos,
aunque parezca que nada pueda cambiarse,
aunque los instantes tiendan sólo a acumularse.
Algunos días el corazón parece forzarse,
el alma intenta el mejor suspiro para ilusionarse,
pero se cae, se aprende o no, se detiene,
aunque ya nada ilusione la mente para alentarse,
aunque sólo la vida sea un mero despertarse.
Algunos días ... algunos días, la gran mayoría,
la ilusión no sabe dónde hallarse,
la unión se desata y la bondad pierde importancia,
la ficción y el sueño pasan a desmemoriarse,
y sólo el palpitar del corazón es lo que renace.
Algunos días ... algunos días, la gran mayoría,
la estabilidad, no se sabe dónde buscarse,
el dolor y el llanto parece que se unen sin descanso,
aunque el duelo sea apagar cada minuto,
aunque el reto sea salvar tan sólo un mínimo instante.
Autora: Rosa Mª Villalta Ballester