Tantos años hace que naciste,
que tu importancia tanta tuviste,
con la comunicación por banda,
con la palabra tan deseada.
Tú, sí, has hecho y haces milagros,
que las distancias sean escasas,
y de las oportunidades, enseñanzas,
del silencio, una puerta a la esperanza.
Tú, ahora que todo el mundo te lleva,
ahora que ya no es sólo un privilegio,
sino la apertura al mundo y a la calma,
el atino para aliviar la duda, la llaga.
Tú, que brindas oportunidades,
que haces que la soledad se vaya,
que haces que una palabra sea calma,
o que divague en el pensamiento y alma.
Tú, que suenas sin quererlo,
donde al otro lado hay alguien esperando,
quizás seas el remedio para salvar distancias,
el camino inequívoco para unir desconfianzas.
Tú, que estás en todo momento,
que gritas y llamas cuando las lágrimas saltan,
tú, que se te toma o no de la mano,
al creer o no que es lo acertado.
Tantos años hace que naciste,
y aun hoy sigues renaciendo y renovándote,
para acercarte cada vez a las personas,
porque, a través de ti, la unión es realizada.
Autora: Rosa Mª Villalta Ballester