Seguramente, confiar sea bueno;
hablar sea un gran regalo,
despertar un valor hallado,
y desnudarse algo desmesurado.
Seguramente, el silencio sea malo;
morir sea algo nada buscado,
soñar un tanto privilegiado,
y realizarse algo difícil y largo.
Seguramente, amar sea hallado;
disimular sea algo imaginado,
sincerar sea sólo algo equivocado,
y alzarse algo sin puerto ni letargo.
Seguramente, lo sencillo sea raro;
perder sea lo más encontrado,
depender sea lo más agotado,
y enfrentarse mirar hacia abajo.
Seguramente, la calma suplantada;
intentar cambiar sea larga batalla,
pensar en positivo, sea la nada,
y serenarse gritar hacia la esperanza.
Seguramente, ... , muy posiblemente,
la mente piense que es consecuente,
el corazón vacío y roto por el frente,
y retirarse dejar todo cuanto hiere.
Seguramente, ..., muy posiblemente,
ya no exista amor ni fe que sustente,
no haya calor ni cariño que lo aumente,
y dejarse no sea voluntad sino corriente.
Seguramente, ..., muy posiblemente,
el alma esté rota sin saber detenerse.
Autora: Rosa Mª Villalta Ballester