Sí, a lo mejor soy rara. Rara por no sentir la navidad como todos la sienten, en su mismo día, en su misma fecha, con los mismos sentimientos. Rara quizás por no ser creyente y pensar en verano en los días en que nadie piensa en ese son de paz y cariño. Rara por no realizar regalos monetarios, por no celebrar en la mesa con comidas copiosas estos días en que todo tiene que ser alegría y unidad cuando lo que existe es tristeza y distancia.
Sí, a lo mejor soy rara. Rara por alejar de mí las tradiciones, las mentiras, las obligaciones. Por amar cuando mi corazón lo dice y no cuando manda o dice una fecha determinada. A lo mejor soy rara por pensar en el hambre y pobreza en cualquier fecha del año, no importa si en mi soledad o acompañada en otras épocas del año. Rara por sentir ese espíritu navideño en mi intimidad y no en compañía; por quizás querer alcanzar una paz que no consigo ni conmigo misma.
Sí, a lo mejor soy rara. Rara por alejar de mí las pretensiones pragmáticas, la abundancia de dinero en mis objetivos, el deseo de estar creciendo continuamente como persona y para con quienes me rodean, por dejarme llevar por la confianza, la esperanza tal vez y la buena voluntad. Rara por no tener sueños, sí, sino por vivir mi presente y no mirar más allá.
Sí, a lo mejor soy rara. Rara por no querer en los demás aquello que no deseo para mí misma. Por dudar, por no ser falsa y sinceridad llevar, pues el engaño impera, ya, pero lejos está de mi corazón y de mi cantar. Rara quizás por sentir que en el fondo las personas podemos cambiar y que, en el fondo, nada se hace con maldad. Por necesitar de las personas pues me pierdo triste en mi soledad.
Sí, a lo mejor soy rara. Rara por pensar en estas fechas en que el frío es la característica principal, el calor de unos días que nunca se puedan olvidar. Rara por mostrarme tal cual soy y no esconder nada que engañar, por olvidar los malos entendidos, por dejar atrás todo aquello que al presente no deje vivir en paz. Por detenerme en el presente y dejar el pasado y el futuro que en nada me pueden ayudar.
Sí, a lo mejor soy rara. Por tener sensibilidad, por utilizar la sinceridad que a nada bueno quizás me lleve pero que no sé dejar. A desear siempre lo mejor a mis semejantes y a pensar en todo momento en aquellas personas que ni esto pueden expresar. Rara quizás, porque en los días navideños mi mente se resienta por olvidar tanto cariño y amor aparentes, en esos días en que tanto falta hace y que se alejan de estas fechas pero no por eso su importancia dejan de estar.
Sí, a lo mejor soy rara, sí; pero no me importa ser rara si mi corazón no está vacío y mi mente no deja de pensar.
Autora: Rosa Mª Villalta Ballester.