Regreso a la vida sin detenerme,
años perdidos, ilusiones truncadas,
instantes no vividos ni valorados,
junto a esos momentos yo existo,
y doy gracias por seguir mi destino.
Regreso a mis sueños y anhelos,
a todo aquello que dejé sin respiro,
a tener oportunidad de equilibrio,
tal vez esperado y nunca conseguido,
y doy gracias por admitir mi camino.
Regreso a la lucha y no a la derrota,
latidos del corazón sin demora,
levanto sin ganas tal vez pero nueva,
un nuevo respiro, una nueva buena,
y doy gracias por conseguir respuesta.
Regreso a la debilidad y a la duda,
al arrepentimiento para el crecimiento,
estelas de dolor que dejo en el recuerdo,
un nuevo presente, una nueva ruta,
y doy gracias por adquirir razón y cordura.
Regreso al deseo, a la necesidad,
al anhelo por conseguir metas sin más,
a mi nuevo lugar en el mundo, a participar,
y como una hormiga, diminuta, su meta llegar,
y doy gracias por asumir mi papel y mi edad.
Regreso a la confianza, a la paz,
a la esperanza perdida, a la serenidad,
al día a día que todo lleva sin esperar,
y que, detenidamente, su belleza encontrar,
y doy gracias por vivir este día sin yo llamar.
Autora: Rosa Mª Villalta Ballester