No hay tiempo que perder,
ni palabras que dejar,
ni deseos que anhelar,
ni sospechas que temer.
No hay silencio que ocultar,
ni miradas que desechar,
ni frutos que no probar,
ni diálogos sin un mirar.
No hay paciencia que asumir,
ni lágrimas que dejen su pasar,
ni dolor que se pueda doblegar,
ni argumento de un negar.
No hay corazón sin un amar,
ni goce que sepa despreciar,
ni ilusión que no sea llegar,
ni llegada sin meta apreciar.
No hay gracia sin despertar,
ni sol que no desee brillar,
ni aliento que desperdiciar,
ni fragancia ni tacto sin usar.
No hay suspiro sin cambiar,
ni don si no se intenta esperar,
ni espera sin ayuda de algo lograr,
ni valor sin fuerza para volar.
Hay vida si se desea desatar,
si por crecer se desliga un cantar,
si por temor se olvida un mejor soñar,
si ... si en la verdad espera la claridad.
Autora: Rosa Mª Villalta Ballester